martes, 11 de agosto de 2015

CARACTERÍSTICAS




El choque entre españoles e indios en la zona central de México, en el siglo XVI, propició una nueva actitud en la población indígena que mantuvo tradiciones prehispánicas, las que hasta la fecha le proporcionan un sentido de identidad colectiva, se transformaron los conceptos de propiedad de la tierra, privatizándola fuertemente, pero se mantuvo la tierra comunal.

Se introdujo el ritual católico, aunque se conservaron muchas prácticas o creencias anteriores, en el centro de la Nueva España, lo que hoy es el Estado de México, se manifestó la dinámica entre las dos categorías de agentes participantes del proceso de transculturación, los indios y los españoles en su relación productora, social y política.

La formación de esta nueva sociedad constituyó un proceso largo caracterizado por un movimiento entre lo hispánico y lo indígena durante los siglos XVI y XVII hasta lograr una nueva clase de cultura producto del mestizaje.

Esta posición intermedia le permitió conservar los rasgos indígenas a la vez que recibía la influencia española, al mezclarse ambos, se logró una sociedad representativa de la conquista espiritual y cultural que mantiene fuertes rasgos indígenas.




El periodo conocido como la Colonia o Virreinato empieza en el siglo XVI, cuando los españoles, al mando de Hernán Cortés conquistaron la antigua México Tenochtitlan.
Así fundaron la Nueva España, nombre que los conquistadores le dieron a la actual ciudad de México.

Esta etapa empieza estrictamente en el año de 1521, cuando cayó en poder de los españoles la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, y termina en 1821, año en el que se declaró la Independencia de México.

La importancia de la época de la Colonia es determinante tanto para la historia de nuestro país como nación independiente como para la historia de todo Occidente, ya que, a partir de ese momento, América entró a formar parte del mundo que hasta entonces conocían los europeos.




ESTRUCTURA DEL GOBIERNO

La Corona organizó la administración gubernamental de la Nueva España siguiendo la práctica castellana, tomó para el gobierno indígena dos caminos.

- 1ero. dejar a los naturales la dirección del sector local, que sería la administración municipal.

- y 2do. retener la dirección de los sectores provincial y general, es decir, dividir el gobierno en dos esferas, una autónoma con autoridades indígenas, y otra dependiente con autoridades españolas.


En el gobierno dirigido por los españoles hubo tres secciones:

-  La distrital o provincial, que encabezaban los corregidores y alcaldes mayores.

- La general o central novohispana, cuyo frente estaba el virrey o un representante, como el presidente de la Audiencia o los gobernadores en los grandes distritos.


-Por último, la general o central hispana, que presidían el rey y el Consejo de Indias.










La jurisdicción de los corregidores se inició con los naturales, y a partir de 1580,  se extendió a los españoles. Como agentes del poder central, tuvieron un estrecho contacto con los indios,  eran los encargados de recaudar los tributos.

- Vigilar la administración y empleo de los bienes de la comunidad.

-  La moral pública y privada.

-  La contratación y el transporte.

- Castigar sumariamente a los criminales.


El principal deber de los corregidores era hacer ejecutar puntualmente las órdenes del cabildo, en ocasiones aprobaban en los cabildos las medidas que a ellos les interesaba establecer, y sus sugerencias sobre la inversión de los fondos eran tomadas como órdenes.  
Los corregimientos eran limitados en tamaño bien de marcados y contiguos unos a otros. Pero en la práctica los españoles, como los indígenas antes que ellos, hicieron distinciones más exactas de fronteras en las tierras bajas del valle de México y de Toluca con mayor densidad de población.








EL MESTIZAJE

La mezcla fue facilitada por la circunstancia de que la sociedad española también estaba compuesta de cepas muy diversas y por las características físicas de las razas enfrentadas. 

Los rasgos de los aborígenes no resultaban chocantes, en general, a los ojos de los españoles, el color de su piel no se diferenciaba mucho del cutis aceitunado de los habitantes del sur de la península, y tampoco diferían en estatura, más bien baja en la mayor parte del nuevo continente.  

Los españoles no encontraron en América seres humanos tan distintos y exóticos como los que verían en África, China o el archipiélago malayo.

 Más tarde, cuando los indios de las regiones más hispanizadas fueron asimilándose a los modos de vida de los blancos y adoptaron su indumentaria o copiaron su aspecto personal, muchos pudieron pasar por españoles.  

Algunas etnias como los mayas o los guaraní tenían facciones que podían llegar a ser muy hermosas.  
los españoles, eran casi siempre solteros, casi siempre jóvenes, con las mujeres aborígenes, y esto ocurrió desde el comienzo. 


 Fueron escasas las mujeres españolas que vinieron al nuevo continente durante el primer medio siglo a partir del descubrimiento.  Las uniones entre españoles e indias fueron, algo inevitable, y bien pronto generaciones de mestizos empezaron a poblar América con su ambigua condición de hijos de conquistadores y conquistadas. 















LA IGLESIA EN LA ÉPOCA COLONIAL

A raíz de la conquista militar, y con igual grado de intensidad, se da lo que Robert Ricard ha llamado la conquista espiritual de la Nueva España Su fin principal era la incorporación de los naturales al mundo cristiano de Occidente por medio de la religión católica.

En 1523 desembarcaron los primeros franciscanos:
- Fray Juan de Tecto, 
- Fray Juan de Aora y fray Pedro de Gante, quienes comenzaron otro periodo en la historia del dominio de la Nueva España.

Se establecieron en Texcoco e iniciaron desde allí la evangelización de los naturales.
Fray Pedro de Gante, junto a sus tareas misionales, estableció la primera escuela para niños indígenas donde se enseñaba música, artesanías, lectura, escritura y doctrina cristiana. 





La acción evangélica se enfocó hacia los menores por la mayor facilidad de acción entre ellos, ya que podían aprender con gran rapidez la lengua castellana y a su vez enseñar náhuatl a los misioneros. 

Al año siguiente llegaron "los doce", bajo el mando de fray Martín de Valencia. 
Celebraron su primera misa en Texcoco, donde percibieron cómo la labor de fray Pedro de Gante empezaba a dar frutos. 

Los misioneros desempeñaron el papel de constructores del nuevo orden establecido. sin quererlo, dominaron, poco a poco, y con gran eficacia, transformaron al indígena en súbdito español.

La gigantesca tarea de cristianización de los nativos del Nuevo Mundo consideró la satisfacción de las dos partes, el conquistador y el conquistado.

Hubo de enfrentar distintas lenguas autóctonas complejas: náhuatl, otomí, matlatzinca, mazahua, ocuilteca y, en las fronteras con Michoacán, tarasco.

Se pusieron en práctica algunos vocabularios, gramáticas y métodos especiales para enseñar la doctrina, se utilizaban indios instruidos en la doctrina cristiana, seguramente trilingües, que reunían cada domingo grupos de indígenas con la misma lengua.

El catequista de cada grupo durante una hora enseñaba primeramente en latín y después en la lengua nativa. Había sesión de preguntas y respuestas, al final, el cura oficiaba la santa misa y predicaba el sermón, de preferencia en náhuatl.

En 1525 tuvo lugar "la primera batalla al demonio", los frailes ahuyentaron a todos los que estaban en los templos indígenas y persiguieron la idolatría que se ocultaba tras las imágenes católicas. 

Empezaron la evangelización sistemática administrando los sacramentos de la penitencia, confesión, y el matrimonio, instruyendo convenientemente a los nuevos feligreses.

Se combatió la poligamia acostumbrada desde los tiempos prehispánicos. Los principales indígenas tuvieron que decidir cuál de sus numerosas mujeres sería la legítima. Para dar mayor importancia social al matrimonio.




LA FORMACIÓN DE LA HACIENDA Y VIDA ECONÓMICA

La economía de los pueblos de los valles de México y Toluca, que actualmente forman el Estado de México, tuvo su base en la agricultura y se organizó principalmente en unidades productivas conocidas como haciendas. 

Esta forma de propiedad territorial fue la riqueza más prestigiada a principios del siglo XVII. 
La palabra haciendaera usual a principios de la Colonia, significaba haber o riqueza personal en general y con el tiempo pasó a designar una propiedad territorial de importancia. 

De ser la unidad económica por excelencia en la Nueva España se convirtió en una unidad autosuficiente, que atrajo a los pueblos indios y otra población dispersa se fue asentando también en las haciendas; mantuvo servicios religiosos y aprovisionamiento seguro.

Desde mediados del siglo XVI la encomienda inició su decadencia como primera institución económica, no sólo habían quedado muchos españoles desprovistos de ella, sino que el sistema de tributo y servicios resultó insuficiente para el abastecimiento de las ciudades. Muchos españoles iniciaron la explotación de empresas agrícolas y ganaderas, por otro lado, las grandes extensiones de tierras que los indígenas dejaron vacantes permitieron su aprovechamiento para la agricultura española, que inició un franco movimiento de expansión.

El valle de Toluca se convirtió en una zona de gran producción ganadera. Aunque se criaban caballos, bovinos y ovinos, fue esta última especie la que alcanzó mayor preponderancia, sobre todo en los pueblos de la parte norte de la región. A principios del siglo XVII Toluca empezó a adquirir fama por la producción de jamones y chorizo.

La vida económica se vio afectada por diversas epidemias que causaron verdaderos estragos en 1531, 1564, en las zonas de mayor población. 
La más terrible de todas, para el valle de México y de Toluca, fue tal vez la de 1576-1577, que acabó con poblaciones enteras. 

En 1588 las regiones de Tlaxcala, Tepeaca y Toluca sufrieron un nuevo azote. Esta vez la reducción imprudente ordenada por el virrey Conde de Monterrey agravó aún más la mortalidad entre los indígenas. 
Los pueblos más afectados tuvieron que vender sus tierras para pagar los tributos reales presentes y pasados. Varios caciques aprovecharon la situación para invadir terrenos que después ofrecían a los españoles, amparados con compras ficticias o asegurando que se trataba de sitios abandonados.


El Consejo de Indias, mediante cédula de 1615, ordenaba al virrey vender en subasta pública nuevas mercedes de tierras con la condición de que los compradores se obligaran a reconfirmar sus títulos ante la Corona. A los españoles que hubieran usurpado tierras, se les podía aceptar el pago de una composición moderada en caso de que desearan conservarlas", si no, se venderían en subasta pública.



LA INTENDENCIA


Con la creación de las intendencias se intentó impulsar al gobierno provincial como una alternativa del papel dominante que habían cumplido las audiencias y el virrey, dotando al intendente de amplios poderes en los ramos de justicia, guerra, hacienda y policía.

De esta manera, se constituyeron verdaderas capitales locales con una posición intermedia entre los distritos y la ciudad de México.

En su estructura y formación territorial, las intendencias se basaron en los límites de las diócesis ya existentes, fueron las "progenitoras de los estados modernos" de México.

Así, en la Nueva España se crearon 12 intendencias en 1786:

 - Guanajuato.
- México.
- Guadalajara.
- Yucatán.
-  Oaxaca, Durango, San Luis Potosí, Michoacán, Zacatecas, Puebla, Veracruz y Sonora Entre éstas.




 la Intendencia de México, que integraba los actuales estados de Hidalgo, Morelos, Guerrero y México, abarcó una extensión de 116 843 km² de un total de 2 335 628 km², que se estimaron entonces para el conjunto de intendencias y provincias de la Nueva España.

Albergó a una población estimada en 1 511 900 personas, es decir, un promedio de 12.9 personas por kilómetro cuadrado.